Heterografías de la violencia. Historia, Nihilismo, Destrucción – Sergio Villalobos-Ruminott
$14900
Ediciones La Cebra
Chile
2016
Páginas 256
ISBN 978-987-3621-22-2
Esta serie de intervenciones heterogéneas intentan pensar la problemática relación entre historia y destrucción desde el punto de vista de la planetarización del nihilismo y el consecuente agotamiento del orden categorial moderno, incluyendo el universitario. Para tal efecto, se renuncia a un discurso disciplinario hegemónico y se elaboran interrogantes que resuenan a nivel histórico, teórico y literario. Se trata de pensar los procesos flexibles de acumulación, las formas post-fordistas de violencia, la transformación del Estado, la guerra y la soberanía, en tensión con otras formas históricas de imaginación que resisten su total nihilización.
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EXTRAÑOS MODOS DE VIDA – Mónica B. Cragnolini (comp.)
$13800Ediciones La Cebra
Argentina
2014
Páginas 288
ISBN 978-987-3621-11-6
Extraños modos de vida da cuenta de la presencia nietzscheana en los debates actuales de la biopolítica. Las nociones nietzscheanas de vida, voluntad de poder, ideal ascético, resuenan de maneras diferentes en la contemporaneidad. Mario Martín Gómez Pedrido, María Luisa Pfeiffer, Hernán J. Candiloro, Noelia Billi, Sebastían Chun, Gabriela Balcarse, Virginia Cano, Julián Ferreyra, Fernando M. Gallego, Paula Fleisner y Mónica B. Cragnolini intenta, a lo largo de este libro, testimoniar esas resonancias nietzscheanas en Heidegger, Foucault, Derrida, Blanchot, Bataille, Agamben, Deleuze, y otros pensadores que pasan por estas páginas desde un diálogo explícito o implícito con Nietzsche, diálogo que hace posible pensar las problemáticas que más nos cuestionan y atañen a nuestro presente.
¿UN SUJETO? – Jean-Luc Nancy
$15900Ediciones La Cebra
Francia
2017
Páginas 84
ISBN 978-987-3621-07-9
«…Yo diría hoy que eso a lo que estamos constreñidos a llamar ‘sujeto’, a falta a veces de otro término para designar a un existente singular expuesto al mundo, no ‘es’ nada que pueda tratarse como el sujeto de atribuciones posibles (X es grande, moreno, erudito, orgulloso…) sino que ‘es’ solamente en el movimiento que lo expone al mundo, es decir, a las posibilidades de sentido. […] Dicho de otro modo, lo que adviene es que el existente se deshace de toda pertenencia, asignación y propiedad para enviarse, dirigirse, dedicarse a… nada distinto al hecho mismo de existir, de estar expuesto a reencuentros, a sacudidas, a encadenamientos de sentido. Cada vez en un ‘advenir, un ‘producirse’y un ‘jugarse’ en el que seguramente puede reconocerse un ‘sí mismo’ pero solo reconociendo al mismo tiempo que ese ‘sí mismo’ (ese sujeto) se encuentra infinitamente alejado, arrojado detrás y delante, por el choque mismo del ‘advenir’…»
Traducción L Felipe Alarcón
SIMONE DE BEAUVOIR – Alejandra Castillo
$13800La Cebra Ediciones
Chile
2017
Páginas 96
ISBN 978-987-3621-34-5
Mucho antes de la afirmación de los feminismos «post-humanistas», Beauvoir advertía sobre la estrecha vinculación entre la humanidad y lo masculino: «la humanidad es masculina y el hombre define a la mujer». Advertencia crítica que no hace sino ahondar en una ya antigua querella: el feminismo no es una «comunidad de mujeres». O, dicho en otras palabras, el feminismo no es un humanismo. Lejos de las corrientes utilitarias, que señalan que el feminismo siempre ha sido una forma política para la consecución de ciertos fines prácticos que calzan plenamente con la idea de «individuo» de la tradición liberal, el feminismo busca la transformación de la política moderna y no su adecuación. La transformación implica un punto de fuga, un lugar indeterminado de invención y transformación, cierta negatividad imposible de asir en las prácticas ritualizadoras y reconocibles de la política. De ahí que no podamos enmarcar y delimitar la apuesta filosófica feminista de Beauvoir bajo las consignas de un «humanismo liberal». Sin lugar a dudas, bien podríamos situar al mismo nivel el antagonismo de clases con el feminismo. Pues, si el proletariado busca la transformación de todas las relaciones sociales, no busca a través de la lucha de clases su adecuación al orden capitalista, no busca la reificación del «ser proletario» en un mundo postclases, sino que, por el contrario, busca en la propia acción de clase la disolución de toda clase. De igual modo, el feminismo no busca mejorar la posición de la mujer en la sociedad patriarcal; busca, por sobre todo, la transformación total de las relaciones sociales patriarcales. Y en esa transformación, sin lugar a dudas, la primera despedida será la «Mujer». En la estela que deja esta enunciación, es posible afirmar que feminismo no es, no puede ser, un humanismo.
INCONFORMIDAD – Arte política psicoanálisis – Marcelo Percia
$13800Ediciones La Cebra
Argentina
2011
Páginas 312
ISBN 978-987-26464-2-4
Inconformidad no es estado de infelicidad como la insatisfacción. Si la insatisfacción se queja por el mundo que tenemos o por algo que la vida no nos da, inconformidad insiste como deseo que se suelta de lo existente. El deseo llega de visita a las formas, las habita, atraviesa sus extensiones, pero no quiere quedar atrapado en ellas. En la insatisfacción, el deseo (enredado) se levanta de mal humor, pierde sus mejores horas en quehaceres de mantenimiento de las formas, contrae obligaciones, se vuelve demandante de todo y termina convencido de que la vida le debe satisfacción. Inconformidad no es reacción del alma frustrada. No deviene del desencanto ni deriva de la desilusión. Frustración, desencanto, desilusión, son reclamos de la conformidad decepcionada. La decepción es venganza de creyentes que sienten sus expectativas estafadas. Inconformidad respira un aliento sin fin, un movimiento en el que el deseo se inspira y se disuelve en el aire.