El libro del periodista Álex Ayala fue elegido por Dieter Schmidt, representante de la Feria de Frankfurt de Alemania, como el libro con el mejor diseño de la feria cruceña.
Rigor mortis, el volumen de crónicas de Álex Ayala, que fue publicado por la editorial paceña El Cuervo a finales del 2015, obtuvo el Premio ‘al libro mejor editado’ en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, distinción que fue otorgada, ayer por la noche, por la Feria del Libro de Frankfurt, a través de Dieter Schmidt, coordinador para Latinoamérica.
“En este premio no interesa tanto el contenido sino la forma de manejar el diseño y la edición del libro”, explicó Schmidt.
“Concluimos que el libro tiene una idea, desde la tapa hasta la contratapa. La muerte, que es el tema tratado por Rigor mortis, está muy presente”, indicó el alemán.
Rigor mortis. La normalidad es la muerte, está compuesto de 16 crónicas cuya línea principal es la muerte. “La tapa es una calavera que representa muy bien la idea de la muerte. Esa calavera separa cada párrafo. Además las fotos en blanco y negro al inicio de cada crónica, y también destaca el tipo de letras y su tamaño. Todo eso funcionó muy bien como concepto”, recalcó Schmidt.
Del concurso participaron una veintena de libros, de diferentes editoriales y géneros.
La editorial El Cuervo se ganó el derecho de asistir este año al Business Club de la Feria de Frankfurt, y así tendrá la posibilidad de establecer contactos con empresas editoriales de todo el mundo.
Curiosamente, El Cuervo ya ganó este premio antes, en 2015, en la Feria de Frankfurt, con otro libro de Ayala, La vida de las cosas.
La editorial
Fernando Barrientos, director de El Cuervo, que ya tiene nueve años, mencionó que este premio les confirma que van ‘más o menos’ por el camino correcto, pero también que les queda mucho más por intentar. “Hacer libros involucra a mucha gente, así que todos los involucrados estamos muy felices”, señaló Barrientos.
Para las portadas, El Cuervo trabaja con el diseñador argentino Leandro Escobar desde 2010. “La verdad que cada libro es una experiencia única. Entonces claro, la coordinación entre el autor, el diseñador y el editor es determinante”, dijo el editor.
Barrientos indicó que luego de 50 libros publicados se tiene más claridad sobre cuál es la línea gráfica. “Aunque eso es algo que nunca se termina de construir. Hay que seguir haciendo los libros como si fuera la primera vez”, concluyó.
Fuente El deber